Desde unos meses atrás he venido haciéndome una serie de preguntas sobre la paternidad y los ideales que pueden reposar en la figura del padre. Como creo en la sincronicidad, hace días vi una película que toca estos temas a través de la sátira y la comedia, aunque al verla más allá del chiste, resulta un drama muy humano. Les hablo de la película The Full Monty (1997).
Una breve reseña
Este film dirigido por Petter Cattaneo permite ver en la pantalla las expectativas que se tienen de la figura masculina. En primer lugar, el hilo conductor se reduce a la necesidad del protagonista (Gaz) de conseguir el dinero necesario para pagar la pensión alimenticia de su hijo (Nathan) y continuar llevando una relación cercana con él. Junto a Gaz, un grupo de hombres desempleados, con una estima baja y con pocas oportunidades de ser “exitosos”, buscan a su vez, recuperar la posibilidad de ser útiles en una sociedad que los ha dejado en un lugar de desecho.
Sin embargo, en esta oportunidad, me voy a enfocar en la paternidad, al analizar cómo se da la transformación de la relación entre Gaz y su hijo a lo largo de la película, y de cómo la misma permite ver la ruptura de los ideales paternos.
“Te avergüenzas, crees que tu padre es un ridículo”
En primera instancia, el ideal de padre que se plantea en The Full Monty es representado a través del padrastro de Nathan. Este personaje se muestra como un hombre “exitoso” con alto estatus económico, una casa enorme y un buen auto. Mientras que Gaz se presenta como lo opuesto; desempleado, sin dinero, “poco educado” y “basto”. Nathan se cuestiona constantemente sobre las acciones de su padre, con frases como: “otros padres no hacen eso”. Se siente decepcionado de no obtener lo que espera de él e inclusive se avergüenza.
Transformación del vínculo padre-hijo
Consecuentemente, entre escenas cómicas y dramáticas, se va observando un cambio en la forma en la que Gaz empieza a asumir su paternidad. A partir del ultimátum de su ex pareja de quedarse con la custodia total de Nathan, Gaz toma cartas en el asunto y actúa por amor a su hijo.
Demostración del deseo de ser padre
El modo como lo hace es poco usual, decide crear un grupo de stripers y montar un espectáculo para obtener el dinero que necesita. Mientras tanto, Gaz confronta al niño, logra conmoverlo al decirle que lo ama, que le importa estar en su vida, “soy tu padre y eso vale para algo”. Se manifiesta de esa forma, el deseo de Gaz de posicionarse como padre y logra transmitir su deseo a Nathan, quien a partir de allí se vuelve su aliado y comienza a “apostar” por él.
Respecto al deseo de encarnar la función paterna, Carolina Puchet Dutrénit, indica lo siguiente:
“Las funciones materna y paterna son necesarias para garantizar que un sujeto exista, se oriente (…) Sin embargo, dichas funciones existen en tanto hay alguien que se hace cargo de llevarlas a cabo y esto requiere un acto de voluntad, es decir, el deseo está en juego.” *
Es precisamente ese “acto de voluntad” por parte de Gaz, el que permite establecer una nueva forma de vincularse para ambos personajes. En consecuencia, da lugar a una relación con coordenadas distintas a las que aporta el discurso materno en este caso.
Un vínculo más allá de la madre
En este sentido, Nathan se convierte poco a poco en aliado de su padre, lo motiva e impulsa a continuar con sus planes. A su vez, comienza a separarse del discurso materno, forjando una relación con Gaz más allá de su madre. En una ocasión, la interpela diciéndole que él intenta ser un buen padre y declara la necesidad de mantenerlo en su vida.
Un padre “ideal”
En The Full Monty vemos a un hombre buscando ser “un buen padre” desde los recursos que tiene, desde lo que cree que significa ser papá, concepto que su hijo le va enseñando en el camino, al darse cuenta que es amado por él a pesar de sus fallas.
Consecuentemente, Gaz se va respondiendo la pregunta que muchos padres se han formulado alguna vez “¿cómo ser papá?”, no solo desde el discurso social, respecto a las responsabilidades económicas, sino desde el plano afectivo, a través de la difícil tarea de poner en palabras el amor por un hijo.
*Lacan y el padre, Carolina Puchet Dutrénit (2013). Disponible en:
http://www.nel-mexico.org/articulos/seccion/radar/edicion/110/727/Lacan-y-el-padre
Psicóloga Clínica de orientación psicoanalítica.
Experiencia en el trabajo con niños, niñas, adolescentes y adultos.
Excelente!!!
Muy acertado Oriana, esto me hacer reflexionar sobre mis padres, mi papá nunca fue muy activo en mi vida económicamente, sin embargo mi mamá se ocupó de hacerme saber cuanto él me amaba y que lo poco que él me podía dar me lo daba con mucho afecto. Es tacaño pero me ama.
Por el contrario hay madres que se empeñan en dar más valor a lo económico y aunque ciertamente es importante el dinero no puede nunca condicionar el afecto.
¡Hola Mayu! Agradezco mucho tu apreciación. Que bonito poder leer la asociación que haces entre el texto y tu experiencia de vida respecto a la relación con tu papá, muchas gracias por compartirlo.
Independientemente de lo que el común de las personas consideren de la imagen de una figura paterna. Lo verdaderamente importante es que el padre logre establecer con el hijo una relación nutricia que lo haga sentir importante y amado. El padre de la película, logra este objetivo y le permite llenar el vacío que pudiera estar en la formación de su personalidad.
Así es, Carmen. Más allá de lo que se puede haber construido socialmente como “imagen paterna” existe una versión para cada quién de la relación con su padre y el afecto, sin duda, es parte fundamental en la construcción del vínculo padre-hijo. Un abrazo grandote, gracias por comentar.
Excelente análisis! Cómo amante del cine y de la psicología me gustaría que realizaran más artículos similares! Felicitaciones, me agrada el blog, es interesante y refrescante!
Justo desde hace unos días estoy preparando un texto relacionado con el cine. En cuanto este listo te enviaré el enlace 😉 Gracias infinitas por tus comentarios tan alentadores.