Cada uno de nosotros en su “locura subjetiva”, tiene una relación singular con los objetos. Y los autistas tienen una relación particular, que permite hablar de “objetos autistas”.
Eric Laurent
Théo Fache es un jovencito con autismo. Su madre propone incorporar a los espectadores a su mundo, el cual ha sido construido gracias al sustento cotidiano ofrecido por su familia.
El documental Le monde de Théo, es un testimonio acerca del enigma que representa el autismo y de los intentos para descifrarlo desde un deseo por descubrir la singularidad de Théo.
El autista y la relación con los objetos
Como sabemos, el lenguaje tiene una función primordial para el ser hablante, produce una afectación singular, pues siempre buscaremos darle una significación a través de las palabras que recibimos de las personas. El sujeto autista se resiste a dejarse enganchar por las palabras, es decir por los significantes que le vienen del Otro. Para ellos la voz y la mirada resultan invasivas y amenazantes. Lo que escuchan es solo una sonoridad, es justo este punto el que dificulta la relaciones sociales con sus semejantes.
Como la voz y la presencia del otro se vuelven amenazantes, el sujeto autista usa determinados objetos a modo de protección. El objeto en el autista se encuentra pegado al cuerpo, y se constituye a modo de cápsula,
“…no se trata de un déficit cognitivo sino de una relación particular con el significante”*
Los objetos que pueden cumplir esta función no son necesariamente los objetos recomendados por el mercado, es cualquier objeto que elige el propio sujeto que permitirá cierto límite, propiciando un efecto pacificador y en la mayoría de los casos constituyen una invención que le permite al sujeto autista hacer con la angustia.
Por tener este efecto pacificador y protector, el objeto autístico puede ser una vía de acercamiento al otro, menos angustiante. En este sentido, lo podemos ubicar como parte de una “invención personal” y de allí la utilidad clínica para el psicoanálisis. A diferencia de otras tendencias terapéuticas y ofertas del mercado que proponen separar al sujeto de este objeto privilegiado, se propone más bien apoyarse en él para extender este interés a otras áreas.
El mundo de Theo y su objeto autista
Este documental nos muestra la relación particular de este niño con un juguete similar a una computadora a través del cual se escucha una voz. ¿Si la voz es invasiva para estos sujetos, qué hace que un objeto sonoro pueda serle útil?
Lo que se puede ver aquí es lo particular y el uso singular que Theo hace de este objeto. La voz que se escucha a través del mismo al parecer no lo angustia y relacionarse con esa voz le puede permitir tolerar la voz de las otras personas que lo rodean. Pudiéramos decir entonces que este objeto sirve de mediación a eso invasivo de la voz, al no provenir de otro sujeto sino de un objeto elegido por el mismo.
* Tendlarz SE. Caparazón y objeto autista: su tratamiento [Internet].. 2020 [citado 1 octubre 2020]. Disponible en: http://www.silviaelenatendlarz.com/index.php?file=Articulos/Autismo.html