La familia es catalogada como una institución que promueve y transmite valores y costumbres y cuya importancia es validada socialmente. Sin embargo, las familias modernas, como todo lo actual, han sufrido cambios que han llevado a sectores sociales a cuestionar el funcionamiento “adecuado” de las mismas.
Nos encontramos con distintas modalidades de familias, con pocos o muchos miembros, con miembros de distinta clase social, distinta religión, distinta ideología. Lo que resalta es que estas diferencias generan conflictos complicados de resolver.
¿Quién dice cómo se hacen las cosas en una familia?
Actualmente, las familias tienden a declinar sus responsabilidades a otras instituciones como la escuela, la iglesia e incluso instituciones gubernamentales para que resuelvan los problemas. Se arreglan las disputas amorosas y de pareja en un juzgado, los niños con problemas debe arreglarlos la escuela, de la espiritualidad se encarga la iglesia.
Mucho se habla de familias disfuncionales, con niños desregulados, matrimonios disueltos, madrastras y padrastros, violencia, abusos, problemas de conducta y un montón de conflictos más. Pero ¿qué pasa con nuestra capacidad o criterio propio para poder responder a las exigencias del mundo contemporáneo?, ¿Y lo que sentimos y lo que deseamos hacer?
Como cuesta crecer y darse cuenta que los ideales familiares son solo eso: ideales. Y hablo sin ningún tipo de categorización. Un ideal familiar puede ser que sus miembros sean profesionales, que tengan hijos y formen familias grandes. Pero también puede serlo que sean enfermos, desvalidos, flojos tal vez y que la familia no crezca, que sus miembros no se relacionen.
Todas las familias son distintas, no existe una historia familiar igual a otra aunque existan factores en común. Cada familia tiene sus propios ideales que han sido transmitidos de padres a hijos a través del discurso, lo que se dice con palabras, con gestos y expresiones corporales. Así mismo, se le otorga un significado a cada miembro de la familia. El lugar del hijo en la familia es definido por palabras, es lo que representa el niño dentro del núcleo familiar y a la vez lo que se espera de él.
¿Romper con la tradición?
“Soy la oveja negra de la familia” De esta forma se refiere a sí mismo aquel miembro de la familia que ha decidido hacer algo distinto, que no adopta los ideales familiares para hacer su propia vida.
Esto causa angustia y es doloroso. Pero desde pequeños estamos separándonos de nuestros padres, comenzando por el destete, cuando empezamos a caminar y hablar. Luego, en la adolescencia nos damos cuenta de las cosas que nos gustan, escogemos a nuestros amigos, preferimos actividades de cierta índole. Poco a poco nos vamos despegando y haciendo nuestra propia vida y a veces es necesario despegarnos también de ese ideal familiar y seguir nuestro propio deseo.
La familia que quiero
Desde que se empieza a formar una familia, hay decisiones que se van tomando y que van dirigiendo el curso de la vida familiar; los apodos que se le ponen a los miembros de la familia, si se tiene mascota, si la madre se queda en casa o trabaja, si los padres se casan, si los hermanos comparten habitación, si se come en la mesa. A partir de estos pequeños detalles hasta aspectos más profundos como la religión o los valores familiares, tradiciones, fechas especiales y otras costumbres, hacen de cada familia única, con situaciones y problemáticas singulares y especiales.
Hacer familia parece ser cada vez más complejo pero lo importante es tener el deseo de hacerlo y que cada uno pueda poner en marcha la manera en la que quiere hacer familia, con sus propios acuerdos entre sus miembros. Lo que define a tu familia es único y se construye a partir de la singularidad, ¿cómo construirías la tuya?
Psicóloga Clínica de orientación psicoanalítica.
Experiencia en el área de salud mental con niños, niñas, adolescentes y adultos. Intervención y tratamiento de las distintas manifestaciones de malestar subjetivo: angustia, depresión, ansiedad, somatización, dificultades en la socialización, entre otros.
Es muy interesante lo que expresas. Pienso que hoy en día es importante hacer de nuestra familia el núcleo de aprendizaje, los hijos aprenden en principio de sus padres pero luego padres, hijos y hermanos interactuarán para aprender del otro , para crecer y vivir lo más exitosamente posible. No existe un manual, cada familia es particular.
Muchas gracias por tu comentario. Así es, cada familia es particular y así mismo cada uno de sus miembros.