“¿Qué es un niño?
Los niños vienen en tamaños, pesos y colores surtidos. Se les puede encontrar donde quiera encima, debajo, trepando, colgando, corriendo, saltando.”
Enrique Rambal
A propósito del 9° aniversario de la Corporación de Niños de Puerto Varas.*
Desde el inicio de mi práctica profesional, en mi país de origen, he dedicado tiempo a hacer actividad voluntaria con niños y adolescentes. He sido acogida en esta nueva tierra y la Corporación de Niños de Puerto Varas, me ha dado la oportunidad de hacerme un lugar en la comunidad del Hogar San Arnoldo y de poder hacer uso de mi conocimiento y experiencia para el bien de los niños que residen en este lugar.
Un espacio de enseñanza
El voluntariado es sin lugar a dudas una experiencia de crecimiento personal en tanto recibes más de lo que das.
Es muy común pensar que los niños y adolescentes que se encuentran vulnerados en sus derechos son enteramente necesitados de algo que nosotros los voluntarios podemos darles. El voluntariado me ha confrontado conmigo misma y me ha invitado a ver mi propia realidad. Me he preguntado: ¿qué tengo para dar a estos niños?, ¿qué necesitan en realidad?
Para mí, la única respuesta posible es ofrecer un espacio que les permita desplegar su singularidad. Cada niño es único. No son “los niños desregulados y víctimas”, cómo si fueran todos iguales. Cada uno tiene un nombre propio, una historia que quiere ser contada.
Creo que cada uno tiene algo que decir sobre sí mismo, sobre lo que ha vivido y sobre lo que siente. Son los niños los que te ofrecen un lugar en sus vidas y te hacen participe de su historia. Tienes que es estar disponible para escuchar.
Para trabajar con niños hay que poner a su disposición todo tu ser. Es estar dispuesto a olvidarte de las imposturas de adulto y permitirte entrar en su mundo. Es poner el cuerpo al servicio de su imaginación. Un día eres un dinosaurio, un auto, un gatito. También puedes ser peluquera o maquilladora.
En mi experiencia, convertirse en voluntario implica subir a una montaña rusa de emociones y juegos, pero también de palabras, de escenarios y de desafíos. Los niños te ponen a prueba cada vez para ver si eres de fiar.
La Corporación Niños de Puerto Varas celebra su noveno aniversario. Durante este tiempo han hecho posible el trabajo con los niños y niñas del Hogar San Arnoldo de Puerto Varas, facilitando espacios de protección, cuidado y juego.
Para mí es un honor formar parte de esta hermosa causa. Ha sido un trabajo difícil, perseverante pero muy gratificante. Me sumo al desafío de continuar trabajando para beneficiar a muchos niños y niñas.
*Organización sin fines de lucro que vela por la protección de la infancia que ha sido vulnerada en sus derechos, mediante un trabajo colaborativo con el Hogar San Arnoldo de Puerto Varas, Chile.
Psicóloga Clínica de orientación psicoanalítica.
Experiencia en el área de salud mental con niños, niñas, adolescentes y adultos. Intervención y tratamiento de las distintas manifestaciones de malestar subjetivo: angustia, depresión, ansiedad, somatización, dificultades en la socialización, entre otros.
Mejor descripción para ilustrar el trabajar con y para los niños y niñas, imposible..
¡Felicitaciones!
Muchas gracias por tu comentario. Trabajar con niños es un hermoso proceso de aprendizaje continuo que no se detiene. Saludos
Me encantó el artículo! Trabajar con niños es enriquecedor en todos los sentidos, por decir lo menos; tal y cómo dices “te dan más a ti que tu a ellos” siempre tienen algo invaluable para dar.
Gracias por tu aporte. En efecto, algo de lo que se quiere transmitir es justamente el pensar en el voluntariado no solo a partir de lo que puedes dar, sino de la capacidad de cada voluntario de dejarse transformar en el proceso.
Excellent post. I am experiencing many of these issues as well.. Olimpia Morse Wiencke
Thanks for your comment. Beyond the problems we face as volunteers, I highlight the importance of being taught by those who receive our help or company.