Atravesar la adolescencia

“Un individuo joven sale de la adolescencia cuando la angustia de sus padres no le produce ningún efecto inhibidor.” 

Francoise Dolto

Los adolescentes actuales están inmersos en la revolución informática, lo cual implica que piensan y procesan la información de manera significativamente diferente a la de sus mayores. La brecha generacional es cada vez más profunda. ¿Cómo podemos acompañar a los adolescentes en su búsqueda de identidad?

Problemáticas adolescentes 

Para pensar los avatares de la adolescencia contemporánea es necesario indagar sobre los códigos propios de cada época incluyendo los efectos subjetivos que se recogen a partir de los cambios históricos y sociales. ¿Qué lugar para la subjetividad del adolescente en esta época?   

Nos encontramos ante una sociedad post-moderna que no ofrece referentes simbólicos que les permita a los adolescentes orientarse. Los roles ideales suelen ser confusos lo cual hace que el propio adolescente busque construirse límites a través de acciones de riesgo como el suicidio, toxicomanias, trastornos alimienticios entre muchas otras situaciones que se vuelven problematicas. 

Cuando un adolescente llega al consultorio, lo que predomina es la queja y preocupación de sus padres. El adolescente en cuestión está siempre debatiendo y probando los límites que le son impuestos. Aparece la famosa rebeldía. 

Esa rebeldía, ocupa el lugar de lo que no anda bien en el adolescente. Para los padres es una conducta inaceptable y además se pide su erradicación. Pero no todo lo que parece no funcionar es una queja para el propio adolescente. De hecho, lo que sabemos es que esa posición rebelde es bastante saludable en ese paso.

Encuentro con la pérdida 

Los adolescentes tienen que encontrar el papel que juegan en la sociedad, y para ello requieren organizar sus habilidades, necesidades e intereses de forma que puedan expresarlos socialmente. Lo que se hace problemático es que para encontrar algo en esa búsqueda de sí mismos, los padres deben dejar de ser un punto de referencia. Eso implica una pérdida. 

El adolescente se encuentra nadando en un mar de emociones, más allá de lo que supone su cambio corporal. Se encuentra elaborando el duelo frente a las pérdidas de los padres en la infancia y del cuerpo infantil.

“El sujeto está obligado… a condenar las identificaciones pasadas. Sabe que ya no es un niño – y si no lo sabe no faltará quien se lo recuerde- pero sabe también que no es un adulto (algo que se le recuerda aún más) y que se expone al ridículo…si se deja ir y cree que es un adulto”.*

El pasaje hacia la adultez se complica ya que el niño para hacerse adulto debe separarse simbólicamente de las figuras parentales, de los adultos. Los padres deben advenir como sujetos desidealizados para el adolescente.

Para poder dar lugar a un deseo propio, es absolutamente necesario que el deseo de los padres sea exiliado. De ahí que todo lo que los adolescentes quieren experimentar sea contrario a lo que los padres se habían propuesto para ellos. 

Soluciones en la adolescencia

Los adolescentes se encuentran solos, inventando una manera distinta de hacer con su malestar y difícilmente pueden integrar algo de los saberes tradicionales de sus antecesores. ¿Cómo propiciar el despliegue de su creatividad para apaciguar el efecto de la rebeldía que termina dejándolos sin lugar? 

Para el psicoanálisis, el niño y el adolescente tienen el saber de sí mismos, como el adulto. Jacques-Alain Miller lo señala en su intervención en la Jornada del Instituto del Niño:

“es al Otro al que hay que educar, es al Otro al que hay que enseñar a comportarse. Cuando este Otro es incoherente y desgarrado, cuando deja al sujeto sin brújula y sin identificación, hay que elucubrar con el niño un saber que esté a su alcance, a su medida, que le pueda servir.”**

Lo que debemos saber es que no hay respuesta programada y mucho menos estandarizada. Cada uno busca maneras de hacer con el malestar creando. Todo joven encuentra su rumbo para orientarse en los trayectos de la vida. Las soluciones son las maneras en las que cada uno se las va arreglando con el deseo, el amor y el malestar.

* Mannoni, O. (1984). ¿Es analizable la adolescencia? In O. Mannoni, A. Deluz, B. Gibello, & J. Hébrard. (ed.), La crisis de la Adolescencia. Barcelona, Madrid: Gedisa.

** Miller, J.A. (2011)  El niño y el saber.  Presentación del tema de la segunda Jornada de estudio del Institut Psychanalytique de l’Enfant.Disponible en: https://psicoanalisislacaniano.com/jam-nino-saber-20110319/#_ftn1

Print Friendly, PDF & Email

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *