“¡El éxito del fracaso es tal vez el único éxito que hay! Tomar partido por el deseo es tomarlo por los fracasos que lo acompañan.”
Jacques Alain Miller
Si pensamos en el éxito como algo que reúne a las multitudes, se podría pensar entonces en la idea de éxito como el logro de los ideales sociales. Los ideales serían la aspiración. Por lo general, están determinados por el discurso social o familiar y buscan que los seres hablantes persigan metas que den la sensación de pertenencia a un sistema social. Existen ideales económicos, intelectuales, románticos, físicos, profesionales y un largo etcétera. Cuando son cumplidos se habla de que un sujeto es “exitoso” ante los ojos de la sociedad a la cual pertenece.
Los ideales de éxito
Esta algarabía que reúne a las multitudes me remite a los matrimonios, festejos profesionales por una graduación, un concurso, una premiación, cuando un candidato político gana las elecciones. Entonces parece que se habla de éxito, cuando un sujeto se siente parte de la sociedad en la que hace vida, cuando cumple una meta que traerá consigo recompensas sociales y sobre todo cuando el sistema social también se ve beneficiado por el éxito de este sujeto en la reciprocidad de la relación.
Lo que conocemos como una persona exitosa, es un individuo funcional en la sociedad, que cumple lo que se espera de él en todos los ámbitos. Cuando esto no sucede, el sujeto está desvinculado del ideal. En estos casos ¿se habla de fracaso?
Según la Real Academia Española, fracaso se define como el “malogro o resultado adverso de una empresa o negocio”, “un suceso lastimoso, inapropiado y funesto”, o “caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento”*
Fracasar de buena manera
La vida traerá consigo las contingencias, lo real, eso que se presenta sobre lo que no se puede hacer nada para cambiarlo. Se trata de aquello que nos sobrepasa y nos reta a sostenernos en la existencia y nos cuestiona constantemente sobre qué podemos hacer para remar en este río revuelto de avatares. Pensando en el concepto de la RAE sobre fracaso me pregunto: ¿Qué se rompe? ¿Que se cae?
Por lo general, estas contingencias nos retan a cuestionarnos sobre nuestro éxito. En ocasiones nos alejan de los ideales que teníamos establecidos de lo que debería ser nuestra vida. En este rompimiento, en esto que se cae, en este pensamiento de éxito que se persigue, el hombre se enfrenta a la frustración y al fracaso, y haciéndose preguntas sobre sus asuntos humanos. De esta manera se presenta el malestar sin máscara, aquí están las interrogantes sobre nuestro deseo y nuestra razón de ser sin los distractores del éxito social.
Creo que el concepto de fracaso o éxito está tomado de los ideales, ¿por qué muchos sujetos, aun con vidas exitosas, se ven tomados por la angustia y el malestar?
El alivio del fracaso
Parece que algo de los sujetos, siempre se le escapa a los ideales. El discurso social queda precario ante todos los asuntos por los cuales nos preguntamos los seres humanos. Pienso que dónde aparece esa pregunta llena de malestar que no encuentra respuesta ni solución en el existir, allí dónde la sociedad fracasa para hacer de los seres hablantes funcionales, se presenta la posibilidad de encontrarnos con el psicoanálisis.
Para intentar darle una respuesta a la frase de Miller: “El éxito del fracaso es tal vez el único éxito que hay” considero que se refiere al fracaso del ideal. Es cuando los seres hablantes un poco rotos, caídos y preguntándonos sobre nuestro deseo, estamos más cerca de acceder al éxito. Se trata del éxito que te deja solo con tu análisis. Esta es la oportunidad de encontrar tu propia respuesta acerca del éxito, con un saber singular al que solo tú puedes tener acceso.
Afuera está la algarabía festejando sobre como se debe ser y funcionar. Dentro, en cualquier habitación donde opere un análisis, está un fracasado solo, acompañado de sus síntomas, sus goces, sus malestares y sus deseos, pagando y dando cuenta del alivio que significa fracasar.
*Disponible en: https://dle.rae.es/fracaso
Psicólogo clínico de orientación psicoanalítica y actor de teatro.
Experiencia en la atención de niños, adolescentes y adultos con necesidades especiales.