“Caracas, mantenme cerca de ti.
Pues no quiero huir
Todavía… “
Yunis Rojas
En el marco del 1° Aniversario de Café Subjetivo se realizó un encuentro virtual a propósito del tema de la escritura. Nos propusimos conversar acerca de la experiencia de cada uno al escribir, partiendo de la pregunta ¿Qué es lo que se escribe? Presentamos este texto, editado para publicación, como resultado del testimonio compartido por el músico y compositor Yunis Rojas*
Lo singular de la escritura
La escritura para mí es una especie de lupa que sirve para mirarme a mí mismo desde afuera. Muchas veces pienso que ciertas situaciones no me afectan, pero cuando analizo lo que he escrito me doy cuenta que escribo sobre eso, creo historias sobre eso.
Por ejemplo, la migración. Para mí ha sido un tema aparentemente fácil de asumir. Sin embargo, al leer las letras de las canciones que he escrito, surgen imágenes de personas que se van, recuerdos que van y vuelven, siempre tratando de ir a lugares que ya no están.
Me pregunto: ¿cómo es qué si supuestamente no estaba siendo afectado por una situación, las historias de mis canciones tienen relación con ese tema?
Es una especie de segundo yo saliendo de mí, como un llamado de alerta. No sé si se trata de negación o si la escritura hace que se aligere el efecto de la situación.
Efectos en el acto de escribir
Lo que escribo no lo hago con un fin específico, pero puede tener un efecto tranquilizador. Una situación me hace pensar en una historia que tengo que plasmar; es como poner afuera algo que quiero sacar de mi cabeza.
Al salir, ya la obra tiene vida propia, la canción ya no tiene nada que ver conmigo. Tiene pies y cabeza, es un tercero.
Lo que compongo tiene una especie de línea del tiempo, como una película o una serie. Siempre tengo la idea de fusionar mis propias experiencias con puntos de vista de terceros. Me sirve para explorar el punto de vista de las otras personas. De esa forma creo realidades que yo pienso que existen en otros.
A veces cuando compongo algo y lo reviso a los meses o años, es posible que ni me reconozca ya en lo que escribí. Es como si hiciera un hijo que tiene su propia personalidad, características y hace su propia vida.
La escritura como desprendimiento
Escribir canciones me ha servido para conocerme a mi mismo. Ver algo que he escrito antes me da luces, un punto de vista externo sobre lo que quedó plasmado allí.
Es como cuando la gente está trotando en un maratón y se hace una pausa para tomar agua. En realidad no se detiene del todo. Es un momento que te tomas para ver en qué punto estás en tu vida: ver desde afuera hacia adentro.
Los temas que me inspiran son lugares, generalmente relacionados con recuerdos, con mis vivencias. Ver las imágenes que me evocan recuerdos me hace escribir sobre esos lugares; son momentos de la vida reflejados en la escritura.
Todo lo que involucra una obra artística lo veo bajo esa premisa de un hijo que crece y hace su propio camino. Cuando me inspiro y plasmo algo, quien lo hace es el yo de ese instante. Todos los días estamos cambiando algo, así sea mínimo. Cuando escribo plasmo una parte de mí en ese instante, que ya no es porque uno cambia que al siguiente ya ha cambiado. Las personas somos seres de constante cambio, escribir es como un desprendimiento en pequeñas partes.
Psicóloga Clínica de orientación psicoanalítica.
Experiencia en el trabajo con niños, niñas, adolescentes y adultos.